Los trastornos de ansiedad se caracterizan por el miedo y la ansiedad persistentes y excesivos y los cambios de comportamiento disfuncionales que un paciente puede utilizar para mitigar estos sentimientos. Los trastornos de ansiedad se diferencian entre sí en función de los objetos o las situaciones específicas que inducen el miedo, la ansiedad y los cambios de comportamiento asociados.
Todos experimentamos periódicamente miedo y ansiedad.
El miedo es una respuesta emocional, física y conductual ante una amenaza externa inmediatamente reconocible (p. ej., un intruso, un auto que pierde control sobre hielo).
La ansiedad es un estado emocional estresante y displacentero que provoca un sentimiento de nerviosismo y desasosiego, y sus causas no están claras. La ansiedad está menos vinculada al momento exacto en el que se produce la amenaza y puede ser anticipatoria, antes de la amenaza, persistir cuando ya ha pasado u ocurrir sin una amenaza identificable.
Las personas a menudo experimentan tanto el miedo como la ansiedad en forma de cambios en su cuerpo (p. ej., sudoración, náuseas) y sus comportamientos (p. ej., evitación, ira). A menudo, las personas son conscientes de estos cambios físicos y de comportamiento sin identificar claramente que están ansiosos o temerosos.
La ansiedad adaptativa puede ayudar a motivar a las personas a prepararse, practicar y ensayar; también puede activar una precaución apropiada en situaciones potencialmente peligrosas. Sin embargo, cuando la ansiedad causa disfunción y malestar excesivos, se considera patológica y, por lo tanto, un trastorno psiquiátrico.
Los trastornos de ansiedad son más frecuentes que cualquier otra clase de trastorno psiquiátrico, y alrededor de un tercio de las personas cumple con los criterios para el diagnóstico de un trastorno de ansiedad en algún momento de su vida.
Por
, MD, New York-Presbyterian Hospital
Revisado/Modificado ago. 2023
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