Existen varias vías de administración de fármacos, cada una con sus propias ventajas y consideraciones. Algunas de las vías de administración más comunes incluyen:
Oral: Administración a través de la boca, como pastillas, cápsulas, líquidos, etc.
Sublingual: Colocación debajo de la lengua para una absorción rápida a través de los tejidos mucosos.
Rectal: Administración a través del recto en forma de supositorios o enemas.
Tópica: Aplicación directa sobre la piel en forma de cremas, ungüentos, geles, etc.
Inhalatoria: Inhalación del fármaco a través de la boca o la nariz, como en el caso de inhaladores para el tratamiento de enfermedades respiratorias.
Intravenosa: Administración directa en la vena, proporcionando una absorción rápida y controlada del fármaco.
Intramuscular: Administración en el tejido muscular, que permite una absorción gradual y sostenida del fármaco.
Subcutánea: Administración debajo de la piel, comúnmente utilizada para fármacos como la insulina.
Transdérmica: Aplicación sobre la piel en forma de parches que liberan el fármaco de manera continua a través de la piel hacia el torrente sanguíneo.
Intradérmica: Administración en la capa superficial de la piel, utilizada en pruebas de alergia y algunas vacunas.
Comentários